Que llueva en el monte
(Fui al monte a escuchar - me)
Fui al silencio de lo llano
Se le llama monte
A esa vegetación escasa
Del desierto
(Fui al monte a morir - me)
Los árboles parecen morir en el invierno
Todo se pone seco
Solo resisten los cactus
A la inclemencia del tiempo
Escuché en silencio
Los consejos de los espíritus
De los abuelos espinosos
Nopales, cardones, pitayas y choyas
De las abuelas piedras
Guardianas de un mundo que parece desaparecer
Pero que sostiene nuestros pasos
Ígneas, arcillosas, preciosas
Presté atención al viento que recorre largos tramos
En un desierto que parece no acabar
Donde se alumbró mi abuela Angélica es un oasis
Ahome, donde lo árido da tregua
Y la comida crece sola
Y las aguas brotan
Hasta que llega la sequía
Mi abuela Artemisa es de la montaña
Que ahora está asediada por el diablo
De familia nómada que de entre las serranías
En Culiacán buscó su suerte
De los abuelos no hablo
Porque, como el cactus,
Conservan su misterio
Y reverdecen en el monte hostil
Lo qué pasa en mi tierra
Esa guerra fría
En la montaña y en el oasis
Invita a invocar nuevas aguas
Que purifiquen, y regeneren.
Que la lluvia sea una brisa fresca
Que penetre profundo en el desierto del olvido
Y nos despierte del sueño
Y que al abrir los ojos y ver
que el mundo no se ha acabado
y la tierra sigue floreciendo a pesar de las catástrofes,
Recordemos que hay un nuevo sendero por andar,
lleno de posibilidades,
Y que nosotros estamos tejiendo
como co creadores del sueño.
¿Cómo crear una realidad más amena?
En sinergia, reparando el tejido propio
Que nos conecta a todo
Afinando las antenas
Conectando con todo lo qué hay, no solo con lo que considero “más alto”.
Aquí abajo en la tierra hay guerra, hay hambre y sed. Hay terror e incertidumbre.
Lo puedo sentir en el ombligo aunque no lo vea.
¿Cómo crear la realidad de mis “sueños? Reconociendo que hay quien no tiene un lecho donde ponerse a soñar.
Porque hay un guión torcido en la historia del mundo.
Que replica
En las prácticas espirituales del new age
Qué si eres pobre es porque
No vibras alto
Y sostiene el discurso fascista
¿Cómo puedo sentir toda la ira de las madres que buscan a sus hijos bajo el suelo y toda la gratitud por estar viva y tener una cama tibia, cómo puedo reconocer en mi el miedo de mis hermanas y que mi lucha sea para ofrecerles a los niños una realidad con mas armonía,
cómo puedo, no ignorar el dolor del mundo y a través de mis actos congruentes sumar para sumar más amor más presencia más servicio más trabajo con mis manos más escucha más y más y más comprensión, apertura, resiliencia para que todas las madres del mundo estén a salvo, para que todos los niños del mundo estén a salvo. Para que todas las personas del mundo tengan derecho a crear una realidad digna. ¿Cuántas acciones estoy ofrendando para que la realidad colectiva, sea más “mágica” y maravillosa?
Sé que es difícil hacer poemas
Cuando se busca un pan en la basura
Cuando las balas valen
y se nos ha arrebatado el rezo
orar
Vocalizar alto
Defendiendo lo auténtico
Con el corazón latiendo
Es la medicina de las abuelas
Orar
Hacer oraciones que invoquen
Una realidad más amena
La invitación es a
Encontrar placer en el ejercicio forzoso
De soltar
La lealtad que construye una realidad torcida.
Y desde el amor
Hacernos con el tiempo
Una
Gota expansiva
Un fuego que arde y va
Danzando habitando
La sonrisa que manda señales
De tregua
Para
Un cuerpo en guerra
Regresar al cuerpo
Cómo acto revolucionario
Y a través de un tacto amable
Entregarnos a la ternura
Que alivia
Donde duele
Terminar monte adentro
Abrazados a la bendición de habitar
Entregados a la responsabilidad de estar acá
Tócame aquí
Para invocar la memoria
Para invocar el recuerdo
De un corazón sereno
Cierro los ojos
Respiro
Y viajo a aquellos campos de
La memoria para encontrarme
Con aquella niña
Que necesitaba un abrazo.
Shhh shhh
No temas
Confía en los milagros
Que vas divinamente guiada.
Shhh shhh
Descansa, repara, arráigate a ti
Que el viaje es largo.
Comentarios
Publicar un comentario