La ciudá, aquí, donde hasta la espiritualidad tiene plaza...
Sueño insostenible en sí mismo
de cimientos pantanosos
de colectivos bombardeados por la ilusión de
ser desiguales
aquí donde se extinguen los sueños
dónde las balas valen y los cadáveres
están en muerte lenta detrás de un personaje
se nos ha quedado pegada la máscara putrefacta del progreso
qué detrás suyo guarda
vientres ultrajados
bisturís que arrancan a la humanidad su primera chispa de luz
para condenarnos a sostener una ciudad de fantasmas
bisturís que clavan hondo en los dolores más profundos
de mujeres objetizadas
objetivas
muy mentales
bajo el hechizo del hombre
pero no quiero decir
que el hombre es el que domina
lo que domina es la mente
sobre lo salvaje
lo que domina es la ciencia
sobre la capacidad etérea de autosanarse
lo que domina en la ciudad
es el sueño insostenible
de las máquinas que aún no inventamos.
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