Nuevo Oscurantismo

Cambió el horario: ¿Ahora oscurece más temprano u oscurece a la hora exacta del oscurecer? El horario de Verano era el impostor, pero este horario oscuro se siente cómo si alguien hubiera apagado el switch de la hiperproductividad del día, antes de tiempo. A la par llega samhain, como se llamaba en alguna latitud... o muertos cómo le dicen por aquí; que en escencia es lo mismo: Se abre en el imaginario de nuevo la idea de la posibilidad de la muerte: preparémonos para el invierno, transformemos la cosecha en conserva, conservemos la calma y que el descanso no llegue a la muerte. ¿Algo así? tiendo a maximisar las cosas, pero es que quizás han estado minimizadas en demasía, por mucho tiempo. Los años pasados de pandemia fueron cómo un puente hacia otra realidad, el año pasado dejó de existir el horario de Verano y lo sentí como una preparación mayor, cómo si, imaginando que hubiera un narrador con una altavoz, este dijera tras el suceso: Y así fue cómo inició la segunda ola de oscurantismo para la humanidad. Leí por ahí que alguien decía que todo lo han ido oscureciendo desde el 2019, y vaya, me pone a pensar que ciertamente los tiempos se vienen sintiendo diferentes, como si alguien le hubiera puesto un polarizador demasiado negro a las ventanas de la vida. Y habrá quien diga, esque estás deprimida. Pero, ¿quién no lo está a estas alturas? de sistemas nerviosos atrofiados, alimentación inorganica y sentimientos subrrogados. En la era de la enfermedad virtual, virtuosa, virulienta de contagio mediático, de miedo... más que halloween, que por cierto... antes si daba miedo y este año es un desfile de personajes oscuros bien peinados, cómo que ya estamos escogiendo el uniforme. Jajaja, broma. Ahora que la televisión ya no existe porque mutó a los reels de facebook, no hace falta irse a estudiar a Casa Azul para hacerse famoso en la tele. El pueblo se convirtió en la tele, en el circo y... el pan. Nos estamos hiperconsumiendo y hay tantas imagenes que ya es dificil recordar el vacío y el silencio. Suena exagerado, lo sé; pero recurriré al maestro Stephen Hawkin: El universo se expande, y nosotros con el. El cambio ha sido paulatino y va siendo tan sutilmente que ni nos damos cuenta de que el mundo ya es otro, y mañana otro, y luego otro, hasta no ser más. No es que yo esté diciendo que estamos al borde del colapso, sólo pienso que hay que ir afilando las armas: la palabra, el trabajo comunitario y la autogestión para un futuro más brillante.